Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves de Santa Cruz de La Palma
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Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves de Santa Cruz de La Palma
Una tradición profundamente arraigada
Las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves son una tradición profundamente arraigada en el corazón de Santa Cruz de La Palma, una celebración que se despliega con majestuosidad cada cinco años. Este evento, que se extiende por más de un mes, es una de las citas más esperadas y atractivas del archipiélago canario, donde la devoción y el júbilo se entrelazan para rendir homenaje a la Virgen de las Nieves, patrona de la isla.
El origen
El origen de la Bajada se remonta a un fervor religioso inquebrantable, una fe que ha llevado a los palmeros a buscar el amparo de la Virgen ante adversidades de toda índole: desde erupciones volcánicas y sequías hasta plagas, hambrunas, incendios y naufragios. La imagen mariana ha sido un faro de esperanza y un símbolo de protección intercesora a lo largo de los siglos.
La historia de esta festividad se inicia en 1676, cuando el obispo de Canarias, Bartolomé García Ximénez, estableció la periodicidad quinquenal de la Bajada. Sin embargo, no fue hasta 1680 que se celebró su primera edición. Con el paso del tiempo, la Bajada ha experimentado una evolución compleja, viendo modificaciones en algunos de sus actos y ajustes en las fechas de celebración, adaptándose y enriqueciéndose hasta alcanzar su forma actual.
Durante las dos primeras semanas de julio, la ciudad se convierte en un escenario de preparativos y celebraciones. En diversos puntos de Santa Cruz de La Palma, se llevan a cabo funciones preparatorias que culminan con el traslado de la venerada imagen desde su santuario, situado en las alturas de la isla, hasta el corazón de la antigua urbe. Este traslado no es solo un acto de devoción, sino también una oportunidad para que la comunidad se reúna y celebre su identidad cultural.
No son solo un evento religioso; son una expresión de la herencia cultural de La Palma y un momento para que la comunidad se una en un espíritu de solidaridad y celebración. Al documentar y compartir estas experiencias, se invita a otros a conocer y participar en una de las tradiciones más significativas y emotivas de Canarias.